El pasado 9 de diciembre se publicó en el Diario Oficial de la UE el reglamento sobre los documentos de datos fundamentales para los productos de inversión minorista empaquetados (PRIP), que entrará en vigor el 31 de diciembre de 2016. La norma afectará a una amplia gama de productos para minoristas, que se suelen agrupar en cuatro divisiones: fondos de inversión, productos de inversión basados en seguros (unit linked), emisiones estructuradas y depósitos a plazo estructurados.
El reglamento fija normas igualitarias para todos estos productos, con el fin de que sean fácilmente comparables por los consumidores. Así, se crea el documento de datos fundamentales (KID) para productos de inversión, que deberá incluir información en formato fácil de entender, breve y clara y, en consecuencia, mucho más asequible, con las principales características del producto y los riesgos y costes asociados a la inversión en él.
La información sobre riesgos será lo más directa y comparable posible, sin simplificar en exceso unos productos que suelen ser complejos. El KID debe explicar a todos los consumidores que incluso podrían perder dinero con un producto determinado y su grado de complejidad. Además, se ajustará a una norma común por lo que se refiere a su estructura, contenido y presentación, de manera que los consumidores puedan utilizar el documento para comparar los diferentes productos de inversión y, en última instancia, elegir el producto que se adapte mejor a sus necesidades.
Aunque, la norma entra en vigor en 2017, las sociedades de gestión e inversión definidas en la Directiva 2009/65/CE; y las personas que asesoren sobre participaciones en organismos de inversión colectiva en valores mobiliarios o que las vendan, estarán exentos hasta el 31 de diciembre de 2019 de las obligaciones que se establecen en el reglamento.
El reglamento fija normas igualitarias para todos estos productos, con el fin de que sean fácilmente comparables por los consumidores. Así, se crea el documento de datos fundamentales (KID) para productos de inversión, que deberá incluir información en formato fácil de entender, breve y clara y, en consecuencia, mucho más asequible, con las principales características del producto y los riesgos y costes asociados a la inversión en él.
La información sobre riesgos será lo más directa y comparable posible, sin simplificar en exceso unos productos que suelen ser complejos. El KID debe explicar a todos los consumidores que incluso podrían perder dinero con un producto determinado y su grado de complejidad. Además, se ajustará a una norma común por lo que se refiere a su estructura, contenido y presentación, de manera que los consumidores puedan utilizar el documento para comparar los diferentes productos de inversión y, en última instancia, elegir el producto que se adapte mejor a sus necesidades.
Aunque, la norma entra en vigor en 2017, las sociedades de gestión e inversión definidas en la Directiva 2009/65/CE; y las personas que asesoren sobre participaciones en organismos de inversión colectiva en valores mobiliarios o que las vendan, estarán exentos hasta el 31 de diciembre de 2019 de las obligaciones que se establecen en el reglamento.