El patrimonio financiero de los españoles (diferencia entre activos y deudas) creció de nuevo en el primer trimestre un 21% (26% interanual), hasta los 1,072 billones de euros, con activos totales por 1,9 billones, 30.000 millones más que a final de 2013, según datos del Banco de España.
Las causas de este nuevo repunte hay que buscarlas en la revalorización de la renta variable, cuyos activos en acciones tanto cotizadas como no cotizadas aumentó un 28% interanual, hasta cerca de 670.000 millones. Esta positiva evolución compensa el descenso en valores distintos de acciones y otras cuentas pendientes de cobro, excluidos los créditos comerciales.
En el lado del pasivo, la deuda global de los españoles continuó bajando, aunque en los últimos meses se detecta un leve aumento de nuevos créditos a los hogares. Sobre la estadística hay que recordar que el patrimonio en este tipo de activos constituye una fracción menor de la riqueza de los hogares, dominada por el valor de la inversión inmobiliaria. En el balance de las familias, la vivienda supone más del 80%. Por el contrario, el componente más dinámico y que explica la mayor parte de la mejora de los últimos trimestres, que son las acciones, queda fuera de las posibilidades de inversión de la mayoría de las familias.