El Anuario Estadístico de la Banca de 2013 de la AEB fija en 816 el número de sucursales cerradas por los bancos ese año, lo que representa un 5,5% del total de 14.063 oficinas. Esta cifra supone situarse en los niveles que existían en 1980. En cuanto a empleados, el año pasado las entidades se deshicieron de 2.969 trabajadores, lo que supone un 2,6% del total de 109.023 trabajadores bancarios. Además, se ha producido una fuerte caída de las entidades españolas autorizadas a operar, pasando de 88 en el año 2000 a sólo 57 en 2013. En cambio, sube el número de entidades extranjeras, que pasan de 51 a 86.
Estos datos deberían reflejar una reducción de la oferta bancaria a los españoles que debería fomentar una mayor presencia de la asesoría financiera en el mercado. No obstante, el avance de la asesoría como alternativa a la banca tradicional sigue siendo muy lento. Especialmente por las reticencias de los clientes a causa de los sucesivos escándalos financieros, que les lleva a preferir “lo malo conocido antes que lo bueno por conocer”. Sólo en el momento en el que el ciudadano español tenga plena confianza en el sector financiero podrá haber un efectivo despegue de la asesoría financiera frente al tradicional sistema de distribución bancaria en sucursales propias.