Así invierten los grandes patrimonios



El World Wealth Report 2014 de Capgemini y RBC refleja que los grandes patrimonios continuaron centrándose en los aspectos más positivos de la economía mundial en 2013: “Pese a los persistentes riesgos, la confianza de los inversionistas aumentó en 14,4 puntos en 2013 con respecto al año anterior. Esta renovada confianza dio alas a los mercados de renta variable y esta clase de activos fue la que mejores resultados obtuvo en 2013. También el mercado inmobiliario logró una recuperación sustancial y los hedge funds generaron rentabilidades sólidas. Otro reflejo del optimismo reinante fue que el oro registró su mayor retroceso anual desde 1981, ya que los inversionistas dejaron de temer a la inflación y se decantaron por activos de mayor riesgo”.



Además, el estudio indica que “la renta variable desplegó una evolución especialmente fuerte en los mercados desarrollados. El crecimiento de los índices de referencia alcanzó el 27,6% en América del Norte, el 24,9% en Japón y el 21,7% en Europa. El índice Nikkei japonés llegó a los 16 000 puntos por primera vez en seis años, ya que el debilitamiento del yen y la mejora de la economía estadounidense contribuyeron al incremento de las exportaciones niponas. Las únicas excepciones a la mejora de la rentabilidad de la renta variable en los mercados desarrollados fueron Australia y Canadá, que se vieron perjudicados por la depreciación de las materias primas y la caída de la demanda china”.



Sin embargo, el informe matiza que “la renta variable de los mercados emergentes no logró resultados ni mucho menos tan satisfactorios, a pesar de que en el periodo 2008-2012 había superado a la de los mercados desarrollados (si bien es cierto que por menos de 4 puntos porcentuales al año). El índice de referencia de Asia Pacífico (sin Japón) registró un avance de tan solo el 0,5%, con crecimiento marginal en China y Corea del Sur y una caída en India como consecuencia de la depreciación de la rupia, el fuerte aumento de la inflación y los problemas de déficit fiscal. Por su parte, el índice de referencia latinoamericano se desplomó un 15,7%, en buena medida debido a la caída del 18,7% sufrida por Brasil, que tuvo que hacer frente a una elevada inflación, estancamiento de las exportaciones y caída de la inversión extranjera”.



Por su parte, en renta fija, “la decisión de la Reserva Federal de reducir progresivamente sus compras de bonos como consecuencia de la mejora de la economía estadounidense provocó un ascenso de los rendimientos mundiales y una ampliación de los diferenciales de crédito en 2013. Aunque los inversionistas se inquietaron inicialmente ante la noticia del repliegue de estímulos de la Reserva Federal, proceso que se prevé finalice en 2014 y que se ha gestionado razonablemente bien”.



No obstante, advierten que “la reducción progresiva de las compras de activos plantea riesgos para la estabilidad de algunas economías emergentes, que podrían experimentar salidas de capitales y un ascenso de sus propios costes de endeudamiento, lo que se traduciría en un retroceso de sus economías. Los bancos centrales de las economías desarrolladas están aplicando estrategias divergentes. Así, el Banco Central Europeo y el Banco de Japón están proporcionando estímulos y manteniendo tasas de interés bajas, mientras que la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra han dejado entrever que pronto endurecerán sus políticas monetarias”.



En el ámbito de las inversiones alternativas, el estudio sostiene que “la rentabilidad de los hedge funds y del petróleo/gas natural se ha incrementado. Aunque la rentabilidad de los hedge funds fue inferior a la de la renta variable por quinto año consecutivo, alcanzó el nada despreciable promedio del 7,4%. La fuerte demanda estacional provocó un ascenso de los precios del gas natural y el conflicto en Oriente Medio encareció el petróleo, a pesar de que el incremento de la oferta de EEUU contuvo estas subidas. Los precios del oro y la plata se desplomaron —con caídas del 28,1% y el 35,8%, respectivamente—, el primero debido sobre todo a los indicios de recuperación económica en 2014 y a la desaparición del temor a la inflación. Por su parte, las materias primas continuaron registrando una evolución deficiente a causa del desalentador crecimiento de los mercados emergentes y de la reducción de la brecha entre la oferta y la demanda”.

miércoles, 23 de julio de 2014

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